El pasado día 7 de noviembre se celebró en
Madrid los
European Music Awards (Premios a la Música Europea), o más conocidos como
EMA.
Era la primera vez que
Madrid se enfrentaba a un evento de tal envergadura, pues sería transmitido en directo por toda Europa y América. Así pues, intentó cuidar al máximo cada detalle, ¡nada podía fallar! (la publicidad gratis hay que aprovecharla).
Había dos formas de poder asistir a la gala. La primera consistía en comprar un pack que incluía vuelo hasta Madrid, hotel y la entrada por un precio de 1500 € ¡una ganga! La segunda opción, más asequible, consistía en probar suerte en varios concursos como los realizados por Caja Madrid o Telefónica. Este último, llamado speakers fue el que hice.
La prueba consistía en tener que gritar el nombre del evento, aclamar a
Eva Longoria (presentadora de la gala)
como si fuese la cosa más importante del planeta y en bailar durante un minuto una canción (en mi caso fue
Bad Romance de L
ady Gaga) como si estuvieses un sábado noche dándolo todo en el local de moda. Tras asistir con una amiga y salir con entrada en mano, creíamos que todo iba a ser glamour pero...nada más alejado de la realidad.
El día 7 me dirigí junto a mi hermano al suelo que horas más tarde pisarían artistas de la talla de
Bon Jovi,
Ke$ha o
Taylor Momsen (The Pretty Reckless y la serie Gossip Girl). Tras alegrarnos de ser los primeros en llegar y conocer a gente muy agradable esperamos con impaciencia durante algunas horas.
Era la hora, ¡por fin! pero ¿cuál fue nuestra sorpresa? las entradas ya estaban asignadas, quiero decir, desde el momento en que nos las dieron ya sabíamos si íbamos a estar en gradas, en pista o detrás de una columna. Momentos antes de saber esto, la agitación de la gente, las voces, los insultos y los pitidos ante la organización PÉSIMA, con mayúsculas, de MTV inundaron las calles de la zona. Tras discusiones y entre el tumulto de gente nos tocó la entrada más valiosa, la que cualquier ente desearía tener (nótese el tono irónico) gradas RV (¿qué es RV? pregunte en un amable inglés a la taquillera) a lo que me respondió que eran gradas. Gradas, de acuerdo, pero ¡visión reducida! es decir, que iba a ver menos que si me tapase un ojo y lo viese desde mi casa a 20 metros del televisor.
Tras discutir, maldecir a MTV y reírnos de nuestra desgracia, mi grupo de amigos y yo tuvimos un plan. Colarnos en pista (nuestro esfuerzo no iba a ser en valde) Así pues, corrimos, ignoramos controles de seguridad, taquilleras que nos pedían nuestra entrada, corrimos y corrimos hasta que...tuvimos nuestra recompensa : pista, primera fila.
Pero algo nos temíamos, el glamour no se palpaba en el ambiente. Tan sólo quedaba esperar.... (continuará)
Os dejo con el rap de Eva Longoria para promocionar los premios ¡menos mal que no se dedica al cante de manera profesional!